miércoles, 22 de julio de 2009

Día Internacional de los Pueblos Indígenas


El próximo 9 de agosto celebramos el “Día Internacional de las Comunidades Autóctonas” o el “Día Internacional de los Pueblos Indígenas”. Dada la importancia de esta efeméride, es conveniente reflexionar sobre como es la relación de los pueblos indígenas y los actuales estados nacionales. En buena hora, se hace reconocimiento a estas culturas que han construido un legado milenario que es transmitido de generación en generación. Se estima que existen en el mundo 5.000 Pueblos Indígenas aproximadamente, que aglutinan entre 250 y 300 millones de personas en total; la razón por la que esta cifra varía se debe al desacuerdo existente acerca del concepto “pueblo indígena” y “comunidad autóctona”. Ante estas circunstancias, el informe Cobo propuso esta definición tentativa: "Son comunidades, pueblos y naciones indígenas los que, teniendo una continuidad histórica con las sociedades anteriores a la invasión y precoloniales que se desarrollaron en sus territorios, se consideran distintos a otros sectores de las sociedades que ahora prevalecen en esos territorios o en parte de ellos. Constituyen ahora sectores no dominantes de la sociedad y tienen la determinación de preservar, desarrollar y transmitir a futuras generaciones sus territorios ancestrales y su identidad étnica como base de su existencia continuada como pueblo, de acuerdo con sus propios patrones culturales, sus instituciones sociales y sus sistemas legales".

En Colombia existen 84 pueblos indígenas reconocidos por el Estado, distribuidos a lo largo y ancho de sus 32 departamentos; hablan 64 idiomas distintos y su población alcanza a 1’392.623 personas que equivalen al 3.43% del total de la población nacional, con base en el censo del año 2005. El mayor porcentaje de población indígena se encuentra en los departamentos del Vaupés, Guainía, La Guajira y Vichada. En Colombia, las comunidades indígenas han conquistado espacios de participación y hoy enfrentan muchos retos ya que buscan se hagan realidad los preceptos constitucionales y legales plasmados en la legislación actual como fruto de tratados internacionales. Ese reconocimiento por parte del Estado colombiano se ha venido haciendo realidad pero de forma paulatina y requiere de mayor compromiso y trabajo de los pueblos indígenas para ir ocupando los espacios cedidos.

En lo que respecta al Guainía, y con base en las cifras del Departamento Nacional de Planeación, DNP, el área total indígena es de 69.450 km2, equivalente al 96.1% del área territorial departamental que alcanza los 72.238 km2. El Guainía es el único departamento de Colombia donde casi la totalidad de su territorio está dividido en resguardos; esto equivale a decir que el Guainía es el departamento de Colombia con mayor porcentaje de territorio indígena. Las cifras obtenidas en el Censo General de Población 2005, arrojaron un consolidado de 35.230 personas en todo el Departamento. Este censo no suministró datos sobre la totalidad de población indígena ni mucho menos cantidad por etnias. Sin embargo, el Plan de Desarrollo del Guainía 2008-2011 nos presenta el consolidado de población teniendo en cuenta la base de datos de la Oficina de Planeación Departamental. Allí podemos observar que la población indígena alcanza 34.556 personas (de un total de 43.194) que aglutinan el 80% de la población departamental. Las etnias en presentar mayor cantidad de población nativa son kurripacos 14.729, puinaves 8.164, piapocos 5.702, sikuanis 3.239, tucanos 1.080, etc.

Es conveniente agregar que esta importante jornada requiere, no solo que se haga un homenaje a aquellos pueblos de tradición milenaria que han sufrido la humillación, exterminio y maltrato, tanto físico como cultural, sino que en verdad, de parte del Estado y la sociedad hegemónica, se pongan en marcha acciones tendientes a recuperar su dignidad como seres humanos y a fortalecer su cultura. Es imperante devolverles a aquellos, todo cuando han perdido en cuestión material e inmaterial, en procura de garantizar su existencia como pueblos. Todo ello, a través del fortalecimiento y la puesta en práctica de la legislación indígena para garantizar la protección de sus derechos constitucionales, legales y especiales. De los mismos pueblos nativos, se hace necesario, abrir espacios de reflexión al interior de las comunidades para afianzar mejor su condición de indígenas, poseedores de una cultura propia, y proponer estrategias para fortalecer su identidad cultural con miras a enfrentar mejor los retos que impone el mundo globalizado.